Pensar, sentir, fluir?. Dejar via libre para uno de
ellos, intentar, sí.. probar quizá.. o frenar un poco? Descubrirme viviendo
algo que nunca permito, intentar ser estable con alguien corriendo el riesgo de
jugar con él?. No, ser mujer buena, ser mujer mala. ¿Cómo integro a las dos?
¿Cómo integrarme a mí? Tantas partes dispersas, tantos pensamientos dispersos,
contradictorios, bailan según mis días, según las palabras de alguien más, y
según mis pensamientos. Cómo sé a qué le estoy haciendo caso?, si a la gente,
si a mi cabeza, si a lo que siento, no sé qué es lo que quiero, ni qué es lo
que necesito. No sé si tengo o quiero estar sola, o si quiero vivir lo que
siempre he querido con alguien. Si no estoy conforme conmigo, como puedo
esperar que alguien más lo esté? O que yo lo esté con alguien mas?. El problema
son las personas que voy conociendo, o soy yo conociendo a estas personas?. El
problema es mi inseguridad, mis dudas, los remolinos que tengo en la cabeza o
los demás que “por algo” no serán los indicados?. Hasta dónde tengo cobardía?
hasta donde pongo excusas? y hasta donde está bien lo que decido? Y por qué
darle tanta importancia a si está bien o mal?.
Hago y deshago a mi antojo, digo
y desdigo. Soy un dia blanco y al otro el negro. Cuándo voy a poder hallar mi
punto medio, mi gris, mi equilibrio? Y cómo?. Lo podré encontrar sola, en mí,
sin estar en una relación? O lo encontraré intentando querer a alguien?. No me
quiero a mi misma, no me creo suficiente? o en realidad me quiero demasiado
como para compartirme y entregarme a alguien que puede hacer y deshacer-me como
le guste?. Y si el problema de a ratos
es un poco de los dos? Y si en realidad no me conformo con nadie ni nada porque
no estoy conforme con quien soy?. Y si es así, tengo que aceptarme a mi misma o
cambiar?. Cómo hago para dejar de ser tan inestable? Para dejar de poner un día
primera, al otro día freno de mano, y al otro quinta, como si las personas
fueran la autopista. Como si yo pudiera armar y desarmar lo que ocurre, como si
yo fuera “jugando” con lo que las personas sienten sólo porque no puedo “armar”
una persona entera con todas las partes de mí que parecen estar disociadas. Como
si yo fuera armando un rompecabezas, pero encastrando las piezas a mi antojo,
no tal y como deberían ir. Pero, no sé hasta qué punto yo puedo elegir cómo van
esas piezas y hasta qué punto la vida, los hechos me van indicando que no puedo
estar armando y desarmándolo de un día al otro, según mis caprichos, según mis
ganas, o mis no-ganas.
Hacer lo que siento, o hacer lo que pienso? O peor
quizá hacer lo que siento en contra de lo que pienso, o hacer lo que pienso sin
tener en cuenta lo que siento.
Llega un punto en el que tener tantas preguntas,
intentar hallar el tercer punto entre tantas dualidades, hace que ya no sepa
quién soy, o cómo soy realmente. Ya no estoy segura si estoy siendo como quiero
o como puedo..