Anoche decidí volver a dibujar, comencé dejando que mi mano guiara mi dibujo sobre una hoja en blanco de papel. En un principio creí que me faltaba inspiración, algo que me guiara más allá de lo que el lápiz y el papel podían transmitir. Entonces fue que decidí dibujar su rostro, e increíblemente fue el único de mis dibujos que pude considerar perfecto en cada detalle, fue el único rostro que por lo menos se acercó a serle fiel al tuyo.
De todos modos, creo que ningún dibujo podría ser tan verdadero e ideal como contemplarte en la realidad, ver como se forma tu sonrisa, ver cómo abrís los ojos y creas esa mirada llena de ternura y paz, ver como te mordías el labio inferior cuando me mirabas y me decías que yo no tenía idea de lo que estabas sintiendo por mí. Y sí, tenías razón, mi cabeza no pudo entenderlo, porque era algo que no debía entenderse, pero sé que mi corazón lo sintió porque se encargó de dejar grabado tu nombre la tarde en que tomé la decisión equivocada de dejarte ir, se ocupó de que no te olvidara.
A veces, miro ese pedazo de papel y pienso en que por lo menos te tengo conmigo allí, es una parte de vos que está cerca aunque no sea real. Sé que sería una locura decir que un dibujo tiene vida, pero definitivamente éste tiene mayor importancia y significado que cualquier otro, porque aunque te lleve dentro mío, y seas a quien sigo esperando, es lindo tener un recuerdo tuyo que se sume a los demás.
Es imposible olvidar tus gestos, los veo y los pienso todos los días, no olvidaría nunca aquellos días que compartiste conmigo, que quizá fueron pocos, pero valieron más que cualquier otra cosa.
No me importa que la espera se haga larga, o que quizá nunca volviéramos a vernos, porque fuiste, sos y serás siempre esa luz que quedará encendida y marcará el resto del camino.
Muchas personas no creen en las supersticiones, en aquello que no podemos comprobar pero en lo cual creemos de todas maneras, en la mayoría de los casos son sobre cosas tontas o con poco sentido, por ejemplo creer que los gatos negros atraen la mala suerte. Pero ¿quién dice que eso es o no verdad?
Cuando se trata de amor, ¿está mal creer en la suerte? ¿Está bien creer que un amor pasado volverá? o será la eterna esperanza de las mujeres que no logran ver la realidad?
A veces, por tontos y desesperados, por una mala elección, o por el simple hecho de querer vivir una aventura, de querer probar nuevas experiencias, dejamos ir a quien de verdad debe estar a nuestro lado, o en otros casos, esa persona decide irse. Cuando esto sucede una parte de nosotras se va con él. Pero, entonces, esa partecita que es solamente suya, ese lugar irremplazable que siempre le pertenecerá, ¿permanecerá vacío si jamás vuelve?
En la vida emocional, no existen garantías, siempre lo digo, no podemos asegurar nuestros que nuestros sentimientos serán para siempre igual, no podemos garantizar que no dañaremos al otro. Entonces, ¿es recaer en un error, un iluso error, el esperar a esa persona? ¿Es el hecho de tener ese deseo, una creencia sacada de las novelas, las películas, las comedias románticas? A veces, las mujeres no dejamos de soñar con que lo que más deseamos suceda, y ¿con qué coincide siempre ese deseo? Con un final perfecto, con un encuentro ideal, con una propuesta que cambie el rumbo de nuestras vidas, con un te amo, con un te quiero, con que llegue el amor soñado o con que un ex vuelva y se quede para siempre.
Puede llegar a tratarse de una certeza incalculable, una seguridad que supera las garantías, o también, de una falsa ilusión que por lo menos llena ese pequeño vacío que esa persona dejó.
Quizás estoy olvidando que cuando hacemos daño, nada lo revierte, ni las disculpas, ni los arrepentimientos, ni el tiempo. El daño fue hecho y nada puede cambiarlo. Pero si tan solo pudiera demostrar lo estúpido de mi error, y de haber tardado tanto tiempo en notarlo, si tan solo pudiera tenerlo de nuevo conmigo, trataría de hacerlo feliz, trataría de que cada momento juntos valga la pena.
¿Es acaso una pequeña esperanza lo que tengo? O ¿es la ilusión de algo que puede no suceder nunca?
A veces solo se trata de aguardar el momento indicado, meter la mano en el frasco y simplemente esperar a que nos toque aquel dulce que tanto deseamos, aquel que quizá también estuvo esperando por nosotros.
Es tan simple como mirar una fotografía y añorar aquel tiempo pasado que fue mejor, desear revivirlo o volver a aquella foto donde nos veiamos felices, donde nuestra cara era otra, donde nuestro corazon guardaba otros sentimientos y nada importaba, nada mas importaba salvo una cosa, que esas dos personas se querían y planeaban estar más tiempo juntos, ¿será que la vida puede darnos la oportunidad de vivir ese tiempo? ¿Será que él podrá darme esa oportunidad?
"Donde estarán los besos que aún nos quedan por contar, lo sabes tú y nadie más y al despertar me sentaré en mi lado del sofá para esperarte una vez más. Te esperaré, mi pena contenida la conoces bien, también que si me dejas moriré de pie, no lloraré tu ausencia, solo esperaré y te daré mi vida entera."
Hoy sé a quien debí haber cuidado, a quién debí haber retenido a mi lado, hoy sé a quien recuerdo todos los días antes de dormir, cuando me levanto, cuando escucho una canción que describe lo que era él para mí. Pero, también sé que no existe en la vida la marcha atrás o los viajes en el tiempo, que lo que sucedió no puede cambiarse, las decisiones que tomé me llevaron a este lugar hoy, a conocerme más a mi misma y a aprender que lo que elegimos perder, lo que elegimos dejar ir no se recupera si errás el camino. Y si bien sabía que mis decisiones no me regresarían a él, si bien sabía que probablemente no volvería a tenerlo conmigo, elegí el desvío. No me arrepiento, porque hice lo que sentía, pero siempre me preguntaré cómo hubiera sido todo si el estuviera hoy conmigo, si no hubiera dejado escapar esa sonrisa, esa mirada tan dulce, esa voz que me atrapaba con cada palabra.
Sé hoy, que nunca voy a olvidar lo que olvidé en aquel momento, hoy soy capaz de valorar lo que dejé ir, entonces pienso que aprendí y que siempre voy a guardar esa mínima esperanza de volver a encontrarlo en el camino alguna vez.
Así el viento le borre mis huellas, puedo vivir tranquila si dejé en él algún pequeño recuerdo aunque su vida continúe. Porque dicen que siempre habrá alguien a quien nunca olvidas aunque pasen otros miles. Aunque haya estado con alguien más, aunque me haya equivocado, puedo ver hoy que eras ese alguien a quien siempre voy a recordar.
Por eso, jamás podré decirte adiós, porque apareciste cuando más te necesitaba, y estuviste ahí para levantarme en los malos momentos, para quererme como nadie lo hizo, para serme sincero siempre, con cada mirada y cada beso, para contenerme siempre con tus abrazos y para ponerme una sonrisa y alegrar mi vida con sólo aparecer. Porque con sólo verte era feliz, con sólo un momento al día me bastaba para no dejarme caer, para resistir, porque tenía que seguir, y todo era mucho más fácil con vos a mi lado. Nunca pude agradecerte todo eso, y me encantaría poder hacerlo, pero no tengo el valor suficiente.
Si estuviera hoy con vos, te dedicaría mil canciones que me hacen sentir que eras perfecto, si te tuviera conmigo no te dejaría ir nunca más, te besaría hasta que olvidemos el lugar, el tiempo, los motivos. Intentaría demostrarte lo que significaste en mi, demostrártelo mejor, demostrártelo bien. Ahora que aprendí, te pondría primero en mi vida, no te pospondría por cosas superfluas, serías para mí indispensable. Eligiría enamorarme de vos, y querría que vos de mí, te cuidaría, y te sería sincera, no te fallaría de nuevo y expresaría más mis sentimientos. Te buscaría más, te querría ver todos los días, tendría menos miedos. Me fundiría en vos.
Gracias por haber existido y haber sido esa partecita de mi año que valió la pena todo lo sufrido. No sabía hasta hoy, que te había querido tanto.
sábado, 30 de octubre de 2010
" Y ahi uno va de tonto, por desesperado confundiendo amor con compañía... "
A veces quisiera relajarme un poco más, disfrutarte y sentirte un poco más. Dejarme llevar, como las olas, que no se preocupan de lo que arrastran, de lo que llevan y traen, las olas solo fluyen, pero forman una marea hermosa y aunque permanecen tan solo unos segundos en la orilla, dejan demasiadas cosas en su camino, cosas lindas, así como vos. Quisiera ser más una ola y no una piedra, quisiera poder demostrarte más cuanto me importas y el miedo que me da que llegue aquel día en el que voy a tener que dejarte ir, y tal vez es por eso que queres aprovechar cada segundo conmigo, y yo quiero irme, pero no es porque no quiera estar con vos, es porque cada vez te siento mas cerca, cada vez siento más cosas, cada vez siento que esto es más y más real, y va en aumento, se escapa demasiado de mi control, de mi manía de querer controlarlo, y asusta, sí asusta mucho aquello que no puedo manejar, porque los juegos terminaron, ahora los sentimientos florecen, salen a la luz porque ya no pueden ocultarse.
El invierno terminó, es hora de dejar salir el sol, de dejar de querer taparlo, porque no se puede, hay cosas que no pueden evitarse. Y quise, sí que quise evitar quererte así, pero cada día me lo hiciste más imposible, tanto que ya no sé cómo quererte de lo mucho que te quiero.
Me gustaría poder demostrarte un poco más, porque no voy a tener otras oportunidades, esto comenzó con fecha de caducidad pero quiero disfrutarlo como si ese límite no existiera, quiero pensar en vos ahora, sentirte ahora, tenerte conmigo ahora. Darte los abrazos más tiernos y los besos mas dulces sin que importe que exista un mañana.
Quisiera ser más como vos, sin miedos y con más valentía para decir lo que siento, pero en mí la barrera siempre va a existir, aunque hayas logrado derribarla casi por completo, todavía quedan restos de esos miedos ridículos que ya no debería tener, porque te tengo conmigo, elegís estar conmigo y con nadie más, me queres mas de la cuenta y lo sé porque eso se siente, se ve, se oye. ¿Por qué me cuesta tanto entonces entregarte el corazón? Dejarlo completamente en tus manos, sin miedos, ni peros, ni dudas, que sea solamente tuyo y deje de ser mío, que lo cuides, que lo quieras, tal y como haces conmigo.
Por eso quiero ser como las olas, porque las olas son libres de sí mismas, no detienen su andar porque mañana no haya viento, las olas siempre irán y volverán a su punto de partida, y yo quiero que vos seas mi punto de partida, mi llegada, mi transcurso, mi motor, mi sonrisa, mi motivo, quiero permitirte ser todo para mí.
Cómo me hubiera gustado que lo que necesitaba, hubiera coincidido con lo que quería en aquél momento. Y yo te quería, jamás mentí en eso, pero qué forma más idiota de demostrarlo. Qué forma más cruel la mía de demostrarte que eras importante en mi vida.
Me gustaría que algún día supieras cuán especial fue conocerte, tenerte para mí aquellos días. Lo mágico que fue poder contar con vos, con tu voz, tus abrazos, tus caricias, tu ternura. Haberte sentido mío y de nadie más, haber confiado plenamente en tu verdad. Y qué patética fui al desperdiciar todo eso, al dejar ir lo que siempre necesité, al haber sido tan egoísta de pensar sólo en mí, y nada en vos.
Definitivamente, desvié mi camino, me perdí y otro rostro me atrajo en una nueva dirección, pero jamás podría olvidarte. Aún es fuerte volver a verte, es duro ver tus ojos y recordar los momentos que vivimos, lo importante que llegaste a ser, pero lo más duro es saber que con vos, TODO hubiera sido diferente. No llegué a descubrir cada partecita de tu ser, pero algo me asegura que eras distinto a los demás, eras especial y único. Quizá mi más grande error fue equivocarme con vos, fue echarlo todo a perder, y es eso lo que me pesa cada vez que vuelvo a verte, es eso lo que me paraliza al querer hablarte.
Son muchos los días en que me sigo preguntando qué será de vos? De tu vida, tus cosas, me pregunto si te acordarás de mí de vez en cuando, si me recordarás con una sonrisa o con un poco de bronca. Me sigo preguntando si alguna vez, volveremos a estar juntos, e intento convencerme de que si el destino así lo quiere, así va a ser.
Se que vos jamás me hubieras hecho daño, con vos no existían las utopías, las dudas, con vos podía decir lo que sentía sin miedo, y adoraba que me lo dijeras con tanta suavidad y sinceridad. Vos sabías escucharme, establecer una buena charla, eras tan maduro y leal. Eras tan perfecto para mí que me asusté, y sé que todo sucede por alguna razón, pero cómo me hubiera gustado que esa razón no existiera, cómo hubiera querido no cambiarte por nada. No me arrepiento de todo lo que me ha estado sucediendo, pero cuando te pienso, siento la nostalgia que nunca sentí, y aun escucho tu voz cerca de mi, recuerdo con perfección tu respiración y la mía unidas, los besos que alguna vez nos dimos, y las tantas cosas que quedaron pendientes entre los dos.
Espero volver a encontrarte en el camino alguna vez, espero no llegar tarde, espero que algún día, seamos lo que nunca llegamos a ser.
" Dile a tu oído que me escuche cuando miro Sana mis manos con el roce de tu espalda. Dame el remedio para no curarme nunca Es que es tan fácil respirar el aire cuando estás, Siempre es tan fácil. "
No escuches las palabras que salen de mi boca, no te fíes, no creas todo lo que digo. No soy un ángel pero no sirvo al diablo tampoco. Guardo deseos que no debería tener, creo sorpresas que jamás vas a conocer, porque cuando una princesa baila al filo de un tango seductor, no demuestra sus trucos, pero los realiza.
Si quisiera hablar de tu mirada, no podría decir que es celestial, no podría admitir que debilita mis sentidos, porque detesto mostrar ante tu figura, tal debilidad. Porque estás cruzando la barrera que solía adjudicar a cada palabra, estás violando los códigos de mi resistencia, y ya no logro tenerte lejos, ya no puedo esquivar las balas de tu estrategia. Si tu táctica es quererme, si logra ser tan simple como eso, ¿por qué no puedo creerte?
Tu vanidad es un impulsor para mi orgullo. Aquel orgullo que me lleva a querer poseerte sabiendo que nunca serás mío, sabiendo que amas mas tu libertad que a ti mismo, y eso, mi amigo, es demasiado.
Estoy borrando mis límites, aquellos que me protegían de caer en las trampas, de sentirme ciega por tu luminosidad. Es como si solo me guiaras vos, como si cada partícula de mí quisiera dirigirse directo al sol, dejando atrás los sentidos y la razón.
Tus ojos, cada día, me arrebatan más la conciencia, me sumergen en dudas y alimentan la creencia de que jamás voy a tenerlos sólo para mí. Aunque quiera ser tu única estrella, sólo ves las otras quinientas.
Aunque mi razón se pierda en la constelación, y mi alma se funda en esta adicción, ya no podré restar minutos, ya no podré borrar los besos dados, no podré volver atrás. Ya es tarde para elegir quererte o no. Ya mi visión sólo ve a través de tu velo, el que muestras, el que toco, el que siento. ¿Cuándo notarás que hay más si quisieras probarlo? ¿Cuándo veras que no se trata de ataduras? sino de una deliciosa condena, esa condena que me lleva a lo profundo de tu ego, aquella que me dirige al peligro constante de tenerte cerca, cuando debería tenerte lejos.
Podría si quisiera, navegar en otros soles, probar nuevos amores, y hacerle honor a mi orgullo herido y mal tratado, pero ¿qué conseguiría? Si lo que quiero es estar a tu lado, si lo que busco es tu daño, capaz de provocar tempestades a mis celos, capaz de crear desconocidos deseos.
No creas, de ninguna manera, que mi orgullo no se venga. No pienses que muero por tenerte, pero cree, sí, en que es lo que más me gustaría, lo que mas disfrutaría, poder creerte sin sospechas, poder confiarte mi alma entera.
jueves, 23 de septiembre de 2010
" . Dame un motivo, un gran motivo Para no tomar al pie de la letra estas caricias tremendas, chifladas Y vamos así, barcos piratas de madrugada Dame un motivo, solo un motivo Para no llenarte el cuello de besos fantasmas . "
Iván Noble
miércoles, 22 de septiembre de 2010
"Si vas a decir mentiras, no pierdas la elegancia ."
Cuando dos seres no encuentran la calma siendo complementarios, no queda opción mejor que la distancia y el espacio que los separe en el tiempo para que al menos uno pueda ver el verdadero valor de ese sentimiento universal que ambos se ocupan de desgarrar.
Si intentas que el otro cambie, solo seguís caminando en un desierto esperando encontrar un lago y una flor, esperando lo que no debe esperarse, esperando una reacción, una mínima palabra que pueda darte la esperanza equivocada, y todo sigue girando de la misma manera, para el mismo lado, con los mismos errores y las mismas palabras vacías, llenas de sentido para uno, y completamente ridículas para el otro. Es como un loop, una repetición continua que nunca llega a concluir de una buena manera.
¿Qué se hace entonces cuando esos dos seres no logran entenderse? O cuando uno ni siquiera lo intenta. Algunos quizá sostienen que se debe ser flexible, que lo único que queda para no perderse es adaptarse, aceptar al otro tal cual es, aún con sus defectos. Pero y ¿qué pasa si estas pidiendo un poco de consideración, un poco de comprensión, de empatía?, ¿qué si estas pidiendo un poco de atención?, y ¿qué si sólo queres ser tenido en cuenta? Que el otro se de cuenta de que lo necesitas, que no queres que la amistad se pierda. Quizás en este caso, querer todas esas cosas se vuelve una utopía, algo que jamás vamos a alcanzar si el otro no tiene el mismo concepto que nosotros, si el otro piensa diferente y sostiene su postura hasta el final. Es como si fuera una comunicación entre un mudo y un sordo, jamás pueden llegar a entenderse si uno no escucha y el otro no habla. Y aun si el mudo aprendiera a decir lo que tiene para decir, el sordo aun así no querría escucharlo. Y es eso lo que sucede, nadie quiere ceder, nadie quiere ser flexible, nadie quiere oír ni entender, nadie quiere intentarlo siquiera.
Así es como suelen perderse años de recuerdos y momentos que solo quedan en el aire, valieron la pena, claro que sí, pero quizá es como sucede con cualquier relación, se desgasta, se agota, se consume, se pierde como cuando en el aire vemos volar las hojas, y queres alcanzarlas, queres tenerlas en tus manos, y no se puede, porque las hojas ya son del viento, y esta amistad ya es del destino, ya no es nuestra, ya no somos nosotros, no somos las mismas, nos perdimos, y olvidamos lo que era ser amigas, el compartir momentos que jamás se olvidan, el escuchar, el charlar y entenderse, todo eso se va perdiendo poco a poco, se escurre como el agua. Tal vez, el mudo es como esa gota que tarda en caer, se mantiene, se sostiene, siempre a la espera de lo que necesita oír, siempre intentando expresarse frente a alguien que no quiere mirar, que no quiere oír. Y llega un punto, en que la gota cae, y cuando cae, se pierde entre miles de otras gotas y jamás vuelve a encontrarse, los momentos que se pierden, ya no se recuperan y otras cosas ocupan su lugar. Porque el mudo siempre querrá hablar, pero si nadie lo escucha, ¿vale la pena que lo haga?, aun si gritara en medio de una cornisa, en medio del vacío, ¿su voz se escucharía si no hay nadie que la perciba?
Aunque no podamos ser flexibles como el agua, como esa gotita que fluye, el lago siempre estará lleno de otras cosas, y son ellas las que permanecen más allá de que el agua se acabe. Si hay algo que permanecerá siempre, son los recuerdos, uno a uno, no se perderán aunque esto se desvanezca, aunque los de antes, ya no seamos los mismos…
¿Por qué me da tanto miedo lo que siento? No quiero quererte, no quiero asustarte, no quiero alejarte, no quiero callarme. Quiero sentirte, quiero animarme, quiero poder ir mas allá de los miedos, quiero ir mas allá de mí, quiero estar segura. Quiero sentir la eternidad con vos, quiero que seas el indicado, quiero hablarte y trazar un camino a tu lado. No me dejes caer, no me dejes perderme, dame la mano y llevame a soñar, que sin tu sonrisa mis días pierden la gracia. Sé que extrañarías mis celos, mis tonterías, mis dudas, mis preguntas y sé que extrañaría tus malas intenciones, tu sonrisa, tu mirada, tus juegos.
No quiero despedirme todavía, no quiero que te vayas. Me da miedo lo que escribo, me da miedo que lo sepas, me da miedo que esto ya no de para mas. Si querés tu libertad, puedo devolvértela, porque nunca fue mía, si tu lugar no es conmigo, no demores la partida, sólo quiero la verdad. Solo quiero saber si este es el final del laberinto, si la aventura terminó, si ya no escucharé tu voz, si ya no te hablaré al oído, si ya no me necesitas, si ya no te tendré, lo quiero saber…
Me creí capaz de que no me importes, creí que mis paredes nunca ibas a voltear, que a mi mundo no podrías entrar, creí que tus palabras nunca me llegarían, creí saberlo todo, creí saber cómo eras, creí saberme fuerte para no sentir, creí poder prohibirte la entrada, pero ya ves cómo confundí la ilusión con realidad, ya ves como me perdí en tu mirada, en tus palabras, y perdí la razón, la sigo perdiendo por vos, cuando la encuentro pienso, pienso y pienso y nada resuelvo, porque la respuesta no está en ella, lo que mas necesito saber, solo puede saberlo el destino.
Pero si es la hora de que juegues la ultima carta, hacelo pronto porque no me quedan mas tácticas, porque a la libertad no sé jugar, porque quise un milagro y comprendí que sólos no llegan, que si decides quedarte puedo dártelo todo, pero que si decides irte, no quiero despedidas…
Susurra despacio la verdad, sé sutil y suave, porque si duele, dolerá pero quiero saberla ya. Si no soy lo que querías, si no soy lo que buscabas, lo quiero saber. Si estoy siendo la equivocada, lo quiero saber. Si querernos no alcanza, lo quiero saber… Aunque sea sin anestesia, aunque el silencio otorgue la respuesta, aunque en el fondo ya lo presienta, lo quiero saber.
Porque te espero y no. Porque te extraño y no. Porque me confundo y no. Porque me pierdo Te alejo Te siento Te quiero, y no.
Sí, con puntos suspensivos, expectante, divertido, esperando que lo que deba suceder suceda. Pobre, no sabe todavía a lo que lo estoy sometiendo, me sonríe inocente creyendo y sintiendo, espera mi seguridad, mi propio respeto por lo que yo misma siento. No esperaba que lo contradiga, que me vuelva sorda para no escucharlo. Desconoce lo que mi razón le manda, porque intenta sofocarlo, opacarlo, intenta guiarse por el dulce orgullo, por un ego herido que busca en otros lugares lo que el corazón cree haber encontrado ya. Es mi razón, mi cabeza, mis pensamientos, todo lo causante de intentar perderme, de querer evitar lo que el corazón pide a gritos. El sí sabe lo que quiere, él se jugaría el todo por el todo sin siquiera esperar que algo malo pueda suceder. Pero mi cabeza expone las advertencias, lo sobreprotege, no va a dejar que las cosas fluyan con naturalidad, e intentará siempre poner el freno, intentará siempre hallar un pretexto.
El corazón, dicen, tiene razones que la razón desconoce, y sí es cierto. El no piensa en el después, vive en el veremos, disfruta del ahora, a puro sentimiento, no pone trabas, solo intenta liberarse, hacer que sienta lo que va viniendo, intenta arriesgarse sin esperar nada a cambio, solo dar…
Pero la razón, y el corazón, deben convivir el uno con el otro, ambos están dentro de mí. En mi caso, los veo como mis Dr. Jekyll and Mr. Hyde. Uno tan completamente distinto del otro, pero existiendo en conjunto sin poder ser el uno sin el otro.
Es complicado cuando el corazón manda y ni la razón puede contradecirlo, porque afirma, establece, se hace presente, se impone, se hace notar. Cada gesto inconsciente, cada abrazo y cada beso se manifiestan en mi esencia, porque él ya esta allí, porque ese alguien intenta seducirlo. Aun cuando mi razón conoce lo dañino, mi corazón insiste en jugar con ello. ¿Será tan ingenuo de creer que no va a haber daño alguno? O quizá no le interesa. El solo se dedica a sentir, a jugar, a arriesgarse, a romper las reglas y saltear mis propios obstáculos, mis miedos, mis dudas. A el no le interesa dudar, porque en el fondo siempre está seguro de lo que busca, y si lo que buscaba le gustó, se ocupa de grabar una huella que sea difícil de borrar.
Mi razón siempre ha buscado contradecirlo, ha buscado negar sus llamados, pero hoy creo que están siendo muy fuertes, y aun cuando ella intenta no oírlos, sabe que a este round lo pierde por knock out.
Ya no quiero límites, quiero acercarme más y más a mi perdición. Quiero jugar, experimentar, intentar. Quiero callar a mi razón y sólo dejar hablar al corazón. ¿Saldré herida? Sí, tal vez. ¿Sufriré? Sí, es lo más probable, pero si la pregunta fuera otra, si en realidad me preguntara: ¿viviré esto? Hoy respondo que sí, quiero vivirlo, quiero sentirlo, desearlo y enloquecer. Quiero que lo incierto me sorprenda, y poder ser lo suficientemente valiente para luego soportar cualquier dolor. Quiero dejar de inventar pretextos…
Ya no quiero vivir en la comodidad de lo sencillo, quiero conocer lo oculto que hay en él, saber que la luna puede ser mía si así lo quisiera. Saber que esta locura es temporal pero en este caso, no quiero remedios, no quiero la cura, no mientras mi locura sea él. No mientras el veneno sigan siendo sus besos. No mientras este sabor sea tan dulce y tan amargo al mismo tiempo. Aun si esto es un delirio, aun si esto no es real, quiero probarlo y dejarme llevar, quiero besarlo y ya no pensar, quiero quererlo sin son ni san. Quiero hacer esto a mi manera, pero quiero que ésta sea la manera.
Si hay algo que admiro, es a este personaje de ficción que nunca tiene miedo de escribir lo que piensa.. Me encanta, personalmente, la forma de expresar sus ideas.. y bueno, lógicamente me gusta mucho la serie también. Quienes leen sabrán por qué subo esta pieza en particular ;)
Carrie Bradshaw - Sex and the city
"Nunca habiamos discutido exclusividad, pero mientras para mí la idea de ver a otros hombres hubiera sido como tratar de meter otro vestido a una maleta ya sobrecargada, él estaba saliendo felizmente con otras mujeres, como si fuese lo más normal del mundo. ¿Será que los hombres tienen una innata aversión a la monogamia?¿o es más que eso?
Me preguntaba ¿En esta ciudad, con su infinidad de posibilidades, se ha convertido la monogamia en algo imposible?
Lo cierto es que creo que en una ciudad con opciones infinitas no hay nada mejor que saber que tienes solo una."